Si por algo destacó el Imperio Romano fue por su ingenio para la obra pública. Sus vías fueron las primeras carreteras de la historia. Cuando viajas, por ejemplo, desde Italia o desde el sur de Francia a España, la autopista anuncia en algunos tramos que estás recorriendo una calzada romana. Su legado sigue vivo.
Y es que los gobernantes romanos pronto se dieron cuenta de la importancia de crear una red vial en todo su territorio. Tanto que, en época imperial, la construcción de carreteras sería un tema supervisado directamente por el emperador o por uno de sus subordinados.
Las vías romanas fueron verdaderas carreteras inteligentes en las que los técnicos aplicaron toda la tecnología a su alcance y conceptos de ingeniería absolutamente sorprendentes para la época: se tenía en cuenta la resistencia al movimiento en las rampas y la pendiente
longitudinal, que nunca era mayor del 8 % para que los carros tirados por animales pudieran transportar la carga. Cuando era necesario, hacían desmontes del terreno milimétricamente calculados en función de la dureza de la roca de la montaña, y contaban con un buen paquete de firmes, materiales inteligentes de entonces, para transportar elementos pesados a buena velocidad, así como una correcta señalización.
Por estas carreteras circularon mármoles turcos, aceites béticos, oro, plomo, cereales…, desfilaron ejércitos, transitaron viajeros. Sabedores de su trasiego, muchos aristócratas elegían una posición privilegiada junto a las vías para enclavar sus tumbas y ser admirados por los transeúntes que entraban y salían de Roma. “Estoy junto al camino, soy poderoso”, parecían anunciar a los viajantes. Nadie fue ajeno a la importancia de este tejido vial que articuló el territorio, el comercio, la economía y las comunicaciones de gran parte de Europa y Asia.
La ingeniería ha cambiado mucho desde que los romanos dieran una lección al mundo con sus proyectos de construcción de infraestructuras. Pero una realidad sigue siendo hoy la misma que entonces: el poder de las carreteras para estimular la economía y vertebrar el progreso de la sociedad. Con ellas, lo lejos está cerca, lo difícil es más fácil, lo imposible tiene permiso para ser.
ACCIONA ha construido más de 5.000 kilómetros de autopistas, autovías y carreteras en los últimos años por todo el mundo: Australia, España, Canadá, Dinamarca.... Un mapamundi de carreteras inteligentes cada vez más innovadoras y sostenibles marcadas por los avances de la revolución tecnológica. Además, realiza el mantenimiento de multitud de pistas, con tareas de desbroce y limpieza de maleza, de redes de drenaje, tajeas, pasos de agua o con trabajos de señalización.
Hoy estas autopistas y carreteras emergen de los monitores de los ingenieros en los centros de innovación tecnológica de ACCIONA con la ayuda de sofisticados softwares. Después se hacen realidad en los lugares más inaccesibles. Todo gracias a las nuevas aplicaciones de topografía, modelados 3D y 4D, sistemas de sensores, maquinaria teleoperada, drones, escaneados láser, y materiales inteligentes y sostenibles capaces de autorrepararse o avisar de su deterioro. Soluciones que persiguen aplicar el concepto de economía circular y digitalizar los procesos para reducir los tiempos de obra, y aumentar la fiabilidad y seguridad de los proyectos de construcción.
Además, uno de los objetivos más importantes para nuestros ingenieros es la seguridad en la conducción. Gracias a todo este despliegue de innovación y sostenibilidad, los proyectos viales de ACCIONA están siendo clave no solo para reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera, sino también el número de accidentes en carretera.
Pero proyectar una autopista inteligente exige, además, pensar en lo que se puede dañar. ACCIONA prioriza el estudio ambiental en el desarrollo de sus proyectos viales para generar el menor impacto en el lugar y reducir las emisiones en el transporte. Algunos ejemplos son el diseño de trazados capaces de uniformizar la velocidad de los vehículos y evitar así marchas cortas o frenazos, o implantar peajes sin barreras con comunicaciones inalámbricas para evitar que los coches paren y se formen atascos, situaciones todas estas causantes de los mayores picos de contaminación.
Además, las fases de prevención, curación y conservación de los lugares en los que se trabaja integran tareas de reposición del paisaje circundante con la plantación de árboles y arbustos, o la creación de nuevos paisajes para reducir el impacto medio ambiental, respetar la flora, la fauna y el patrimonio cultural del entorno.
La experiencia de ACCIONA en la ejecución de autopistas y autovías se extiende a más de 5.000 km de vías de comunicación construidas en todo el mundo. Estas son algunas de las más destacadas:
- AUTOVÍA EN EL FIORDO DE ROSKILDE (DINAMARCA): los 8,6 Km de longitud de esta carretera diseñada y construida por ACCIONA están ubicados en uno de los parajes más bellos de Dinamarca. De hecho, la protección del entorno y de las especies que en él habitan ha sido una de las máximas prioridades del proyecto. El trazado ofrece una alternativa de acceso a la ciudad de Frederikssund, con un espectacular puente de hormigón de más de 1 Km y 16 pilas que atraviesa el Fiordo de Roskilde conectando sus lados de este a oeste. El proyecto, entregado tres meses antes de lo previsto, mejorará las comunicaciones en la región y aliviará la congestión de tráfico en Frederikssund.
- AUTOVÍA A-14 DE A CORUÑA (ESPAÑA): más de 25.000 vehículos diarios recorren este acceso a la ciudad gallega de A Coruña, una carretera que recibió el premio a mejor obra de Ingeniería Galicia 2017 por su calidad y su repercusión social, ambiental y económica. Gracias a ella, los pequeños municipios de la zona han mejorado sus comunicaciones. La obra implicó plantar 5.700 árboles y 13.000 arbustos. Además, el tramo entre As Lonzas y A Zapateira fue especialmente exigente por su orografía.
- AUTOVÍA DEL PACÍFICO (AUSTRALIA): ACCIONA se encargó de la construcción del tramo entre Warrel Creeck y Nambucca Heads con 19.5 km de vía. El proyecto incluyó varios puentes longitudinales sobre los arroyos Upper Warrell Creek, Williamson Creek y Warrel Creek, la llanura inundable de Nambucca y el propio río.
- AUTOPISTA DE PUHOI A WARKWORTH (NUEVA ZELANDA): los 18,5 kilómetros de autopista de cuatro carriles desde los túneles de Johnstone Hills al norte de Warkworth son estratégicos para la red de transportes del país. La autopista en construcción por ACCIONA conectará el norte de Nueva Zelanda con el triángulo que forman las ciudades de Auckland, Walkato y Tauranga.
- AUTOPISTA A-30 QUEBEC (CANADÁ): ACCIONA diseñó, construyó y opera los 42 km nuevos de esta autopista que atraviesa la costa sur de Montreal. 6 millones de vehículos circulan ya cada año por esta vía que ha hecho posibles trayectos más cortos, menos atascos, menos emisiones de CO₂, un aire más limpio, y, en el momento de su construcción, contar con el segundo puente empujado más largo del mundo, el puente de Beauharnois. Este proyecto fue un reto debido a las condiciones atmosféricas de la zona, con temperaturas de 15° bajo cero y nevadas de hasta 20 centímetros.