Los primeros pobladores de la isla canaria de El Hierro (España), aborígenes bimbaches llegados de África, subsistieron en una tierra en la que, al menos en apariencia, apenas manaba el agua. Una orografía sin ríos, sin arroyos, sin fuentes… Pero aquel lugar encerraba un secreto que garantizó durante mucho tiempo la supervivencia de ese pueblo: el árbol Garoé.
Garoé era un enorme tilo de frondosa copa. Gracias a su ubicación, captaba el agua de las nieblas con sus hojas. Esta resbalaba hasta un estanque donde era recogida para el consumo humano o para el ganado. Que Fray Bartolomé de las Casas lo describa en la Historia de las Indias de 1524 nos hace pensar que es algo más que leyenda. El árbol Garoé se convirtió para aquel pueblo en un manantial de riqueza y la llave de su supervivencia.
La historia que sigue cuenta cómo los bimbaches, antes de ser invadidos por tropas europeas, decidieron ocultar el árbol con la esperanza de que los recién llegados no hallaran agua dulce y renunciaran a la isla. Pero una joven indígena se enamoró de uno de aquellos soldados y le reveló, temerosa de que la abandonara, el secreto del Árbol Fuente. Fue el principio del fin para el pueblo indígena. El misterio del agua marcaría para bien y para mal su destino.
No nos detenemos en averiguar la verdad del relato, pero esta conmovedora leyenda bien nos sirve para ilustrar el papel del agua en la supervivencia de las civilizaciones y en el devenir de su historia. El agua como fuente de vida. Un bien tan necesario para las generaciones presentes y futuras, y a veces tan escaso, que se convierte incluso en un recurso sagrado.
El acceso al agua es uno de los grandes problemas de la humanidad y uno de los focos de conflicto más preocupantes en muchos lugares del planeta. Los recursos hídricos están repartidos de manera desigual y, a pesar de que la ONU establece el acceso al agua como uno de los Derechos Fundamentales de la Humanidad y es el protagonista del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 en la Agenda 2030, la escasez de agua en la actualidad afecta al 40% de la población mundial.
Los datos son reveladores. Solo seis países atesoran casi el 50 % de los recursos hídricos mundiales, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Rusia, India y China. Y en solo 5 ríos se acumula el 27 % de ese recurso hídrico, Amazonas, Congo, Ganges- Brahmaputra, Amarillo y Orinoco. Más allá de esta sobreabundancia, existen muchas zonas del planeta con un alarmante estrés hídrico en las que el consumo del agua es mayor que la velocidad a la que esta se repone.
Una de las formas más eficientes de afrontar este problema es fijar la vista en ese 98 % del agua salada que conforma la Tierra y aprovecharla para abastecer a los lugares que más la necesitan convertida en agua limpia y lista para el consumo. Con la desalación, especialmente la desalación por ósmosis inversa, eso es posible.
Tecnológicamente es posible convertir el agua de mar en agua potable. En ACCIONA hace mucho tiempo que venimos haciéndolo en nuestras plantas de desalación por ósmosis inversa, en la actualidad la tecnología más avanzada, eficiente y más respetuosa con el medio ambiente.
Pero ¿en qué consiste la desalación por ósmosis inversa? En la siguiente infografía te lo ilustramos con más detalle. Pero básicamente se trata de un proceso en el que se aplica presión a un volumen de agua de mar que contenga sal, esta pasa a través de una membrana y se obtiene agua limpia sin partículas saladas que quedan atrapadas en el otro lado de la membrana. El agua limpia es sometida a un tratamiento de remineralización y se envía a los hogares para su consumo, mientras que la salmuera resultante del proceso es diluida y devuelta al mar para evitar concentraciones de sal.
La tecnología por osmosis inversa es hasta el momento no solo la más económica, sino también la más sostenible:
- una garrafa de 5 litros en el supermercado cuesta lo mismo que desalar 1.000 litros de agua.
- Y para desalar 1.000 litros de agua utilizamos la misma energía que el aire acondicionado de una casa durante 1 hora.
- Además, la ósmosis inversa implica 6,5 veces menos emisiones de CO₂ que tecnologías de desalación convencionales.
ACCIONA es una de las empresas líderes en desalación por ósmosis inversa. Una experiencia que engloba el diseño, la construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento de las plantas. Cada una de esas tareas es apoyada por el departamento de I+D+i con el objetivo de mejorar continuamente la eficiencia de los procesos.
- Más de 80 desaladoras construidas en el mundo
- Una capacidad de tratamiento de cerca de 4,6 millones de m3/día
- Suficiente para abastecer a más de 25 millones de personas
- Presente en 34 países
Si te interesa, aquí puedes conocer todos nuestros proyectos de desalación.
Fuentes: Universidad de Alcalá, Jot Down, Sostenibilidad para todos
Parece un museo. Un siglo después de su construcción, la Central Hidroeléctrica de Seira sigue produciendo energía limpia, mientras la belleza de su arquitectura y de la maquinaria que alberga en su interior son un verdadero gozo para los sentidos.