“¡¡Sal de mi carrera y devuélveme el dorsal!!”.
Una de las fotografías más icónicas del atletismo muestra a un hombre intentando sujetar por la camiseta a una mujer en plena marcha. Se trata de la corredora alemana Kathrine Switzer, perseguida por uno de los comisarios de la Maratón de Boston para detenerla mientras le grita esa frase que también ha pasado a la historia.
Era el 19 de abril del año 1967, y la prueba de velocidad solo permitía la participación de varones. Kathrine se inscribió como KV Switzer, partió de la meta con el dorsal 261 y, a pesar de los intentos de atajarla y de que la mayoría diera por hecho que no aguantaría semejante esfuerzo, logró llegar a la meta.
Desde nuestro presente, la escena resulta insólita. Pero son muchos los sectores en los que, incluso en tiempos sorprendentemente recientes, a la mujer se le ha prohibido participar o, al menos, se ha considerado una rareza que lo hiciera.
El papel de la mujer en la construcción, todavía hoy día, sigue perteneciendo a ese segundo grupo. Se estima que el 8% de las mujeres trabajan en edificación, una cifra discreta si la comparamos con otros entornos laborales. Pero si hablamos de mano de obra femenina, de la mujer en la construcción realizando trabajos de construcción, el dato cae hasta el 0,8%.
Albañilas, encofradoras, fontaneras, rigger… son las rara avis de las obras. Sin embargo, la edificación del Hospital Provincial Marga Marga en Chile por parte de ACCIONA será un punto de inflexión en este escenario, porque por primera vez podemos decir que ya existe un edificio construido íntegramente por mano de obra femenina. Te lo contamos.
Hormigonar, cortar ferralla, mover una placa de moldaje… son escenas casi siempre protagonizadas por hombres. Sin embargo, la construcción por parte de ACCIONA de la Sala Cuna del Hospital Provincial Marga Marga en Chile exhibe un panorama muy diferente. Allí son mujeres, y solo mujeres, capacitadas y especializadas en cada una de las tareas, las que cortan la ferralla, las que movilizan la placa, las que encofran los pilares.
La imagen suscita un punto de extrañeza por la poca costumbre de ver a mujeres desempeñar esos trabajos físicos. También un algo hipnótico, quizá por ese barniz de sensibilidad que le añaden a la destreza en las tareas y esa obstinación en no renunciar a valerse por sí mismas, en demostrar a la comunidad, a sus familias, a la Administración que la excelencia en el trabajo no se varea por el género.
Y es que, desde el 8 de marzo de 2021 (y no por casualidad, ya que ese es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora), 35 mujeres levantan el edificio anejo al Hospital Provincial Marga Marga en la comuna de Villa Alemana, cercana a Valparaíso, Chile, que servirá de guardería para los profesionales del centro.
El recinto abarca una superficie de 750 m2 que se distribuyen en un piso de 6 metros de altura. La Sala Cuna será construida exclusivamente por mujeres y ya se ha convertido en la primera obra de infraestructura del país que se ejecuta con perspectiva de género.
Con este proyecto ACCIONA marca un hito en el sector de la construcción: democratizar la presencia femenina en cualquier ámbito de esta industria y acabar con el estigma del “esto déjaselo a los hombres”.
La iniciativa surge del compromiso de la compañía por combatir la desigualdad laboral y dar una oportunidad a la población femenina de la zona, poniendo en valor el papel de la mujer en el sector de la construcción también en las actividades más físicas, donde la representación masculina sigue siendo dominante.
Además, ACCIONA forma parte del Pacto Global Chile para reforzar su compromiso con el desarrollo sostenible del país, y en su Plan Director de Sostenibilidad 2025 uno de los objetivos determinantes es contribuir especialmente al ODS 5 de la Agenda 2030, “Igualdad de género”.
En la construcción de este edificio son mujeres, y solo mujeres, las que cortan la ferralla, las que movilizan la placa, las que encofran los pilares.
El proyecto de la Sala Cuna de Marga Marga busca, no solo convertirse en un referente de la lucha por la igualdad laboral de la mujer en Chile, sino además ofrecer una salida de largo recorrido a las mujeres capacitadas en esos trabajos e ir normalizando su presencia en otras obras en construcción. Por ello, la idea es que, una vez terminen la Sala Cuna, el grupo de operarias puedan continuar trabajando contratadas por ACCIONA en las obras del resto del Hospital.
Además, cada año ACCIONA ofrece una beca de capacitación académica, y una de las mujeres ha sido becada para estudiar una carrera de Ingeniería en la Universidad.
Por todo esto, la iniciativa de ACCIONA ha cosechado varios reconocimientos. El premio “Mujer construye 2021” ha sido concedido por la Cámara Chilena de la Construcción, el gremio que agrupa a todas las empresas constructoras del país, en dos categorías: “Práctica destacada” porque demuestra que la incorporación de la mujer a la industria de la construcción es posible, y “Mejor empresa constructora” por los indicadores de género positivos que presenta.
Durante el segundo semestre el proyecto fue de nuevo reconocido, en esta ocasión por la Red Mujeres Alta Dirección a través del Premio “Organización que Inspira 2021” en la categoría Grandes Empresas. Por su parte, el Ministerio de Vivienda ha otorgado al proyecto el sello “Mujer en la construcción”.
La construcción desde cero de un edificio con un equipo en exclusiva femenino es una idea completamente disruptiva en el sector de la construcción. Un envite por normalizar el papel de la mujer en cualquier trabajo de obra, no solo en las tareas de ingeniería o administración. Y que el edificio ya esté en pie demuestra que, si quieren, ellas también pueden.
Cuentan que aquella imagen corriendo de Kathrine Switzer con la que comenzamos este reportaje fue recogida por unos fotógrafos tan sorprendidos como molestos, ya que tendrían que esperar las 4 horas y veinte minutos que Switzer tardó en completar la carrera para recoger su llegada a la meta. Una marca moderada, pero que se convirtió en la espita para que hoy día las atletas femeninas batan récords y dialoguen de tú a tú con los hombres en las competiciones de alto rendimiento.
Así, este proyecto pionero y completamente disruptivo de ACCIONA en Chile busca convertirse en un acicate de mentalidades reaccionarias y arraigar en la cultura del sector este nuevo panorama laboral en el que las mujeres sean libres de elegir qué oficio quieren desempeñar, aunque históricamente este haya sido cosa de hombres.
El día en que lo normal sea ver en las obras a equipos de encofradores formados por hombres y mujeres, el objetivo estará cumplido.
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